El Misterio de las “Piedras Caminantes” Revelado

Durante décadas, el misterio de las "piedras que caminan" ha dejado a muchos científicos desconcertados y sin respuesta.

 
 

El misterioso fenómeno consiste en las piedras, que pesan hasta 300 kg, que se mueven sobre el lecho de un lago seco en California, aparentemente sin explicación alguna.

Estas piedras, conocidas como “Piedras Caminantes”, recorren varios metros, dejando huellas que revelan su recorrido por la planicie de Racetrack Playa.

A lo largo de los años se han atribuido varias explicaciones al fenómeno: desde extraterrestres hasta anomalías en el campo magnético de la Tierra.

 

Pero ahora los científicos han logrado desentrañar el misterio detrás de las piedras ambulantes sin quitarle el encanto al fenómeno.

Las piedras para caminar se encuentran en el Valle de la Muerte, uno de los lugares más cálidos del mundo, al norte del desierto de Mojave.

La llanura de Racetrack Playa es el lecho de un lago seco con un área aproximada de 7 km cuadrados. La mayor parte del paisaje casi perfectamente plano está libre de plantas o formaciones rocosas, a excepción de algunas rocas de diferentes tamaños que se deslizan por la pendiente y se detienen allí.

Estas piedras deberían estar en pie, pero no es así, porque las piedras dejan huellas de su desplazamiento. Algunos senderos que dejan las rocas siguen líneas rectas, mientras que otros se curvan y cambian de dirección.

La razón de tal misterio es que nadie ha observado nunca que ocurriera el fenómeno, y cualquier factor natural más obvio, como el viento, no era suficiente para explicarlo.

Algunos senderos van rectos mientras que otros cambian de dirección.

Los primeros informes de movimiento datan de principios de 1900, pero fue solo en la década de 1940 que el fenómeno comenzó a llamar la atención de la comunidad científica.

En todo este tiempo, cualquier intento de explicar el movimiento de las piedras ha fracasado. No fue hasta 2014 que Richard Norris y su primo, James Norris, ambos investigadores de la Universidad de California, presenciaron y documentaron el fenómeno en video.

Misterio Revelado

Los Norris comenzaron a investigar el fenómeno en 2011, cuando fundaron la “Slithering Stones Research Initiative” (Iniciativa de Investigación de Piedras Caminantes». Para ello, instalaron una estación meteorológica cerca de Racetrack Playa.

También seleccionaron alrededor de 15 piedras e instalaron rastreadores GPS en cada una para detectar y rastrear sus movimientos. La estación meteorológica ayudaría a comprender factores como el viento, la temperatura y la humedad que podrían estar relacionados con el fenómeno.

Entre el 4 y el 20 de diciembre de 2013, las cámaras instaladas por los investigadores registraron el movimiento de las piedras, que se deslizaron de 3 a 5 metros. Algunas de las rocas de rastreo se movieron hasta 224 metros entre diciembre de 2013 y enero de 2014 en una secuencia de eventos.

Para que las piedras puedan caminar, se requiere una combinación bastante inusual de factores que ocurren durante el invierno en el Valle de la Muerte. En esta época del año se producen lluvias en la región y se forma una capa de agua poco profunda sobre el lecho seco del lago, donde están las piedras.

Al anochecer, las temperaturas descienden lo suficiente como para congelar el agua, formando una fina capa de hielo. Luego, en un día soleado, el derretimiento rompe el hielo en grandes bloques. Hasta el momento, las piedras siguen en pie y es necesario agregar un elemento más: el viento.

Incluso débil, el viento impulsa estas capas de hielo, que luego arrastran las rocas. Mientras tanto, las rocas dejan huellas en el suelo aún húmedo. Después de que todo se seque, los senderos permanecen detrás de las rocas.

El fenómeno depende de la combinación de tres factores: lluvia, frío y viento.

Los investigadores concluyeron que las rocas se mueven cuando una capa de hielo de 3 a 6 milímetros de espesor se rompe con vientos que no superan los 5 m/s. Las placas más gruesas no flotan en agua líquida. Al ser desplazadas por el viento, estas placas empujan las rocas a una velocidad de 2 a 5 m/s.

Por lo tanto, la trayectoria de las piedras está determinada por la dirección y velocidad del viento, además del agua líquida debajo de la delgada capa de hielo.

Estas piedras solo se mueven una vez cada dos o tres años, pero las huellas que dejan permanecen en el suelo hasta por cuatro años.

Este fenómeno ocurre en uno de los lugares más calientes del planeta, por lo que la combinación de estos factores es rara y quizás única en el planeta.