Sitio Arqueológico estuvo cubierto por Lava Volcánica durante 1.400 años

El sitio es tan impresionante que llegó a ser conocido como la "Pompeya" de América.

 
 

La comparación con la ciudad italiana de Pompeya, cuya población de miles de personas fue asesinada por la erupción del Vesubio en el año 79, se produce porque la lava que destruyó Joya también conservó la arquitectura y los artefactos de la época, que permanecen en las posiciones que se encontraban en el momento de la tragedia.

“Es una cápsula del tiempo extraordinaria”, dice el arqueólogo Payson Sheets sobre el sitio arqueológico Joya de Cerén, lugar que descubrió en El Salvador.

Los expertos coinciden en que Joya de Cerén es un lugar único y uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo. Esto se debe a que muestra restos muy bien conservados de un poblado previo a la colonización en Mesoamérica.

 

La importancia del sitio es tan grande que la UNESCO declaró Joya de Cerén patrimonio de la humanidad en 1993.

Joya de Cerén, en El Salvador, es un sitio arqueológico con características únicas.

¿Qué Sucedió?

Joya de Cerén era un pueblo habitado por una comunidad maya. Hacia el año 600, una erupción del volcán Ilopango destruyó el sitio.

Sin embargo, según las pruebas encontradas por los arqueólogos, la mayoría de los habitantes tuvieron tiempo de huir.

“En el caso de Joya de Cerén la gente no tuvo tiempo de llevar sus cosas. Necesitaban escapar de la erupción del volcán, que estaba a sólo 600 metros de donde vivían”, explica Sheets.

El profesor Sheets, que ha realizado numerosas excavaciones en la región durante los últimos 40 años, dice que la población logró escapar porque la erupción del volcán se produjo en fases.

“Primero una fina masa de granos cayó sobre los cultivos, como maíz y yuca y también cubrió los techos de las casas. La segunda fase fue más violenta y explosiva, desplazando el agua del río. Luego vinieron otras fases que convirtieron el lugar en una cápsula del tiempo”, explica el arqueólogo.

Joya de Cerén, en El Salvador, nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993.

Tras sucesivas y violentas erupciones, Joya de Cerén quedó completamente sepultada. Los restos del pueblo se han conservado durante casi 1.400 años.

En 1978, un poco por curiosidad y también por suerte, el profesor Sheets, que realizaba una investigación en El Salvador, se topó con una estructura cubierta de ceniza en una excavación que había realizado una empresa constructora dos años antes.

“Supuse que se trataba de una erupción reciente, de unos 100 años. Excavé un poco más profundo, pensando que encontraría algún diario o estructura metálica, pero solo encontré objetos antiguos clásicos. No tenía sentido para mí, porque estaba sólo a cinco metros bajo tierra. Era un enigma. Tomé algunas muestras, hice la prueba de datación por radiocarbono (un método que puede determinar la edad de algunos materiales) y los resultados arrojaron que tenían 1.400 años. No recuerdo cuánto tiempo mantuve la boca abierta. Me di cuenta de que en el mundo moderno no hay nada con conservación de este tipo”, dice el arqueólogo.

Accidente Histórico

En Joya de Cerén se encontró un temazcal, también conocido como saudas, donde los Mayas realizaban rituales.

La preservación es una preocupación importante para los investigadores.

“No hay muchas ‘Pompeyas’ en el mundo porque el gran problema al que se enfrentan los arqueólogos es la preservación. Cuando se producen erupciones o inundaciones es muy común que estos sitios desaparezcan, sean destruidos o colapsen. Por tanto, un área preservada como Joya de Cerén es casi un accidente histórico”, explica Robert Rosewig, profesor del departamento de Antropología de la Universidad de Albania, en Nueva York.

En casi 40 años de excavaciones, el profesor encontró 10 edificios que aún estaban intactos.

Entre ellos hay casas, bodegas, una cocina y un edificio religioso y un edificio cívico donde los líderes comunitarios se reunían para resolver problemas locales. Existe otra estructura donde se almacenaban y preparaban alimentos para ceremonias y fiestas, dice el sitio web del parque arqueológico Joya de Cerén.

“La comida que quedó en los contenedores quedó. Encontramos un jarrón de cerámica con cientos y cientos de semillas de calabaza. Después de 1.400 años, en un clima tropical, las semillas no han cambiado de tamaño, forma o peso. Estaban un poco polvorientos”, dice Sheets.

Una mazorca de maíz cubierta de ceniza conservaba su forma.

“En las excavaciones se encontraron semillas de frijol, achiote, maíz y yuca, además de un baño de temazcal sauna o sauna seco, estructura única en su categoría, ya que en toda Mesoamérica no se encontró ningún temazcal aún en pie”, dice Johnny Ramos, administrador del parque arqueológico.

Además, también se encontraron cerámicas, cuencos, tazas y tinajas que servían como hórreos, así como piedras de moler, entre otros elementos.

Muchos de ellos se exhiben en un museo en el sitio de Joya de Cerén.

“Cada vez que realizamos excavaciones encontramos insectos muy bien conservados”, afirma Ramos, quien asegura que la investigación continúa. No descarta la posibilidad de que se encuentren restos humanos.

Para el profesor Sheets, Joya de Cerén brinda la oportunidad de descubrir cómo era la vida cotidiana en aquella época.

“Sabemos mucho sobre la élite Maya, sus pirámides, sus jeroglíficos. Pero Joya de Cerén es una ventana que nos muestra la riqueza de la vida de la gente común”, dice Sheets.