Los árboles fosilizados, que datan de la época del supercontinente de Gondwana, que estaba formado por América del Sur, Australia, África, la Antártida y la India, fueron encontrados en Ortigueira, en el interior de Paraná, región sur de Brasil.
El descubrimiento fue realizado por la estudiante de doctorado en geología Thammy Ellin Mottin, de la UFPR (Universidad Federal de Paraná), en colaboración con investigadores de la Universidad de California y de la UFRGS (Universidad Federal de Rio Grande do Sul).
Según Mottin, el bosque fosilizado fue encontrado por casualidad durante un estudio en la región.
En el lugar se identificaron más de 150 licofitas, plantas que no tienen flores, frutos ni semillas y en la historia evolutiva de la Tierra, fueron las primeras plantas en presentar un sistema de tejidos especializados para la conducción de agua y nutrientes. Fueron encontrados en una posición vertical, perpendicular a las capas de roca, lo cual es raro.
Según Thammy Mottin, los árboles en esta posición son comunes en América del Norte, pero en América del Sur siempre se encontraron deformados y en cantidades mucho menores. Bosques fosilizados de este tipo se encontraron solo en la Patagonia (Argentina) y Rio Grande do Sul (Brasil).
«Estaba muy emocionada. Nunca imaginé descubrir algo tan grandioso y hermoso. Tiene importancia nacional y en toda el área del hemisferio sur. Las ocurrencias de plantas tan antiguas y tan bien conservadas, además de la forma muy inusual de conservación, son raras en todo el mundo”, dijo Mottin.
La evidencia geológica encontrada por los investigadores indica que el bosque estaba a orillas de un río y terminó enterrado debido a una inundación con agua cargada de sedimentos.
“Este entierro fue tan rápido en la escala de tiempo geológico que los árboles murieron en posición vertical y quedaron congelados en el tiempo, tal como existieron hace cientos de millones de años. En el campo científico, las licofitas encontradas en Paraná difieren significativamente de las observadas en América del Norte y Europa. Existe potencial para realizar más estudios en el área de Ortigueira que podrían impactar cuestiones globales como la colonización del medio ambiente terrestre, la evolución de este grupo de plantas y la comparación con el registro actual del hemisferio norte”, explicó Mottin.
La científica destaca la importancia del papel de los organismos ambientales para la conservación del lugar.
