¿Qué es una Tormenta Solar?

La NASA ya registró ráfagas de radiación del Sol que podrían matar a un humano, pero eso fue en 1972 y solo afectaría a los astronautas en órbita.

 
 

El Sol no es solo una estrella que influye en los planetas que la rodean, también es un cuerpo en constante cambio, con violentos estallidos de radiación, y un excelente generador de energía en cantidades absurdas para los estándares terrestres.

Su masa, unas 330 mil veces la de la Tierra, corresponde al 99,86% de la masa de todo el Sistema Solar, es decir, el apodo de Astro Rei no es una mera fuerza de expresión.

Esta esfera gigante está compuesta básicamente por Hidrógeno y Helio, reservándose el 75% de su total para el Hidrógeno y menos del 2% de su composición compuesta por elementos pesados, como el oxígeno y el carbono.

 

A diferencia de los planetas que se consideran rocosos, como la Tierra y Marte, o gaseosos, como Saturno y Júpiter, su fuente de calor está formada por plasma, gaseoso en la superficie y más denso a medida que se acerca al núcleo.

Es allí mismo, en su corazón, a una temperatura de 15 millones de grados centígrados, donde tienen lugar las reacciones químicas nucleares más potentes. Hay hasta 600 millones de toneladas de hidrógeno convertidas en helio por segundo. La diferencia en la masa de los dos elementos es expulsada en forma de energía.

Para salir del núcleo y llegar a la superficie de la estrella, esta energía tarda hasta un millón de años, en marcado contraste con el tiempo que tardan las partículas del Sol en llegar a la Tierra: 8 minutos.

Por lo tanto, la capa más externa del Sol, la Corona, siempre se está expandiendo, creando los vientos solares, de ahí el nombre de «eyecciones de masa coronal». Cuando se producen grandes explosiones en esta zona, se liberan partículas solares.

Los astrónomos estiman que nuestro Sol tiene 4.500 millones de años, y considerando que una estrella de esta magnitud mantiene su brillo hasta por 10.000 millones de años, todavía tenemos mucho de qué preocuparnos.

Los Efectos en la Tierra

Los dispositivos tecnológicos que usamos en la Tierra están fuertemente influenciados por el clima espacial.

Los dispositivos como el GPS y los comunicadores que dependen de la frecuencia de radio, como los aviones, pueden verse afectados por estos regalos del Sol.

En 1859, una de las mayores eyecciones jamás lanzadas por el Sol golpeó el campo magnético de la Tierra, provocando el colapso de los servicios de telégrafo.

Como dependemos mucho más de la electricidad, si esto hubiera pasado hoy, el daño podría haber sido mayor.

En la historia, ninguna tormenta solar ha afectado a una misión espacial tripulada. Pero en 1972, la NASA registró erupciones solares que podrían matar a un humano desprotegido del campo magnético de la Tierra durante las misiones Apolo 16 y 17.

La NASA siempre está atenta a las actividades solares, y la agencia espacial asegura que mantiene una flota de naves heliofísicas que monitorean el entorno espacial entre el Sol y la Tierra.

Además, existen impresionantes y maravillosos eventos naturales que solo suceden gracias a la influencia del Sol, como las auroras boreales y australis, que son el efecto más visible de Astro Rei en nuestro mundo.