Un océano de Virus en el cielo llueve sobre nuestras cabezas

Un número gigantesco de virus circula constantemente alrededor de la Tierra en las capas inferiores de la atmósfera terrestre.

 
 

Según un nuevo estudio publicado recientemente en Nature y llevado a cabo por científicos de Canadá, España y Estados Unidos, una cantidad gigantesca de virus circulan por la Tierra a través de la troposfera (la primera capa de la atmósfera sobre la superficie terrestre), algo hasta ahora muy subestimado.

El estudio es el primero en cuantificar el número de virus que son arrastrados fuera de la superficie del planeta, a través de partículas de polvo y aerosoles formados en los océanos (además de bacterias), y que terminan en la troposfera, donde pueden recorrer miles de kilómetros antes de volver a la superficie, libres o asociados a partículas orgánicas en la atmósfera inferior (aunque estas asociaciones son mucho menos intensas que las observadas en las bacterias).

Según los resultados de este análisis cuantitativo, entre 260 y más de 7 mil millones de virus se depositan diariamente por metro cuadrado desde la troposfera hasta la superficie terrestre, dependiendo de la región.

 

Este depósito es entre 9 y 461 veces mayor que las tasas observadas para las bacterias, que oscilan entre 3 millones y más de 8 millones de bacterias por metro cuadrado diario.

Teniendo en cuenta que los virus y las bacterias parecen formar aerosoles con la misma facilidad en la superficie de los mares, las evidentes diferencias en la deposición entre ambos organismos se explican por la mayor resistencia de los virus a ser barridos de la atmósfera por las lluvias y las partículas de polvo, a diferencia de las bacterias, aumentando drásticamente sus concentraciones en la troposfera.

Además, las tasas de deposición de virus se correlacionaron positivamente con aerosoles orgánicos de menos de 0,7 micrómetros, mientras que las bacterias se asociaron principalmente con aerosoles orgánicos de más de 0,7 micrómetros, lo que implica que los virus pueden tener un tiempo de residencia más largo en la atmósfera y, en consecuencia, dispersarse más, alimentando las tasas de deposición locales en diferentes puntos del mundo.

Esta enorme cantidad de virus que navegan persistentemente por los cielos explica con creces la observación científica de hace más de 20 años de que se podían encontrar virus genéticamente similares en diferentes partes del globo.

Los virus son, con mucho, los microbios más abundantes del planeta, con un estimado de 10^30 (número 10 seguido de 30 ceros) partículas virales solo en los océanos.

Al constituir gran parte de la diversidad biológica del planeta y afectar negativa o positivamente a las poblaciones de todos los reinos, se vuelve más que importante comprender sus patrones de distribución en el medio ambiente.